Desde la Coalición de los Pueblos por la Soberanía Alimentaria hacemos un llamado a los gobiernos para garantizar el derecho de los pueblos a protestar contra cualquier iniciativa que atente contra sus medios de vida, su cultura y tradiciones y nos sumamos a las denuncias no solo contra la represa de Agua Zarca, sino contra todos los proyectos impulsados por corporaciones multinacionales que atentan contra la seguridad y soberanía alimentaria, promueven la destrucción del medio ambiente y el saqueo de los recursos naturales y la biodiversidad en los territorios.
El miércoles 2 de marzo de 2016 fue asesinada Berta Cáceres, una inalcanzable lideresa que impulso diversas luchas por los derechos humanos y el medio ambiente. Su vida y muerte han tenido un gran impacto en las organizaciones y movimientos sociales en su país y la región, resaltando aún más la violencia y tristeza que enmarcan el 8 de marzo como día internacional de la mujer.
De acuerdo a Global Witness, en 2014 se documentaron 116 asesinatos de activistas medioambientales, de ellos tres cuartas partes tuvieron lugar en Centroamérica y Sudamérica, mientras que el sureste asiático fue la segunda región más afectada. Honduras es el país más peligroso per cápita para los activistas ambientales y de la tierra con 101 asesinatos entre 2010 y 2014 seguido por Brasil, Colombia y Perú.
En la misma semana 4 líderes sociales fueron asesinados en Colombia Maricela Tombé, líder campesina en el Cauca; Willar Alexander Oime Alarcón, líder indígena y gobernador del resguardo indígena de río Blanco, ubicado en Cauca; y Klaus Zapata, perteneciente a la Juventud Comunista Colombia y William Castillo Líder social de El Bagre Antioquia. Movimientos y Organizaciones sociales claman no solo por justicia, también piden a los gobiernos la protección de sus derechos fundamentales y la libertad de oponerse a quienes atentan contra sus vidas y territorios.